jueves, septiembre 06, 2007

Sí ordenó Salgado cerrar banco de sangre

La Secretaría de Salud ha solapado durante meses el mal manejo de los bancos de sangre, y no ha hecho nada para controlarlo, afirmó el secretario de la Comisión de Salud del Congreso local, Bernardo Ortega Jiménez.
El legislador indicó que desde hace más de un mes médicos del hospital general de Chilpancingo denunciaron que la Secretaría de Salud había cancelado la operación del banco de sangre de esa institución.
“Incluso hasta el propio puesto de sangrado fue quitado. Este asunto lo sabe el propio secretario de Salud”, refirió el legislador del Partido de la Revolución Democrática.
Sobre el hecho, Ortega Jiménez argumentó que la Subsecretaría de Regulación Sanitaria “está cayendo en una irregularidad grave”.
Asimismo, indicó que en reiteradas ocasiones cuestionó al propio secretario, Luis Rodrigo Barrera Ríos, sobre las irregularidades que eran denunciadas en torno a ese tipo de establecimientos, sin que recibiera respuesta alguna.
El también presidente de la Comisión de Vigilancia de la Autidoría General del Estado, indicó que cuando supo del cierre del banco de sangre se inconformó ante el titular de salud en el estado.
Sin embargo, indicó que un aspecto más preocupante es la decisión de la dependencia de que quienes tuvieran que presentar donadores, fueran remitidos hasta Acapulco, donde además debían pagar por ese servicio.
“Se me hacía injusto que pasara esta situación, cuando la gente pobre de la zona Centro y Montaña que acude al hospital general, la mandaran a Acapulco a desangrar, cuando van a donar sangre para ser utilizada en un familiar de ellos”, declaró Ortega Jiménez.
Por ello, indicó que Salud estatal debe regular estrictamente el manejo de la sangre en Guerrero.
“Entiendo que quien surtía la sangre a las clínicas particulares, al ISSSTE, al IMSS y no sé a quién más, era el hospital general. Se debe llevar un padrón por clínica o por hospital de cuántas unidades de sangre le son surtidas, y también se debe ver si en eso no existe un negocio turbio en donde la sangre no se vende, porque eso no se puede ni se debe”, argumentó el legislador.
En consecuencia, aseveró que la Subsecretaría de Regulación Sanitaria debe poner orden, pero también poner el ejemplo, ya que fue grave que el hospital civil dejó de tener banco de sangre, para trasladarlo a un hospital privado.
Ortega Jiménez indicó que si el hospital civil de Chilpancingo no cumple los requisitos para operar dicho banco, no es pretexto para ahora cerrarlo: “¿acaso la Secretaría de Salud apenas se dio cuenta? ¿No llevan ya dos años funcionando con el actual secretario y hasta hoy se dan cuenta de que el personal no está certificado?”.
Eso implica una irresponsabilidad de las autoridades sanitarias, que hasta ahora se dan cuenta, cierran y le dan la oportunidad de que un particular haga negocio.
“Debe haber ética y responsabilidad en los funcionarios públicos. Creo que es un llamado a la Secretaría de Salud, para que Luis Barrera revise ahí y que cuanto antes vea la forma, gestione, realice, o haga lo que tenga que hacer, para que el banco de sangre se regularice, que manden a la gente a certificarse, porque el encargado tiene los conocimientos pero no tiene la certificación, lo cual es muy chistoso”, consideró el perredista.

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