miércoles, mayo 04, 2005

Ayer fue día mundial de la libertad de prensa, pero a muchos les paso por alto ese festejo a pesar que hace unos días se integro la ley de protección a la fuente del periodista, sin lugar a dudas una gran victoria para quienes ejercen el oficio de comunicador en México.Pero el periodismo se está convirtiendo en una profesión cada vez más peligrosa, ya que el año pasado se cobró 53 víctimas frente a las 40 en 2003, este año, son 51 periodistas muertos en el mundo, y todavía faltan 7 meses para terminar el año .El Senado de la República aprobó por unanimidad reformas para sancionar a los servidores públicos que obliguen a los periodistas a revelar sus fuentes de información. El texto aprobado protege a su vez grabaciones, registros telefónicos, apuntes, archivos documentales y digitales y todo aquello que pudiera llevar a la identificación de quien haya proporcionado información a un comunicador. Las reformas al Código Federal de Procedimientos Penales y al Código Penal Federal se aplicarán a ministros de culto, notarios, consultores técnicos, médicos, etcétera.Todo lo anterior está muy bien, sin embargo el problema subsiste porque es la propia PGR la que ha sido encargada de las investigaciones de los asesinatos y secuestro de periodistas México, como país, ocupa el primer lugar en todo el continente Americano en agresiones a periodistas, inclusive por arriba de Colombia, considerada por Naciones Unidas como la nación más peligrosa para ejercer el periodismo. En tribuna, Javier Corral aseguró que la protección del secreto profesional de un periodista, más que proteger al individuo, resguarda el derecho de la sociedad a estar informada, el fundamento del secreto profesional reside en el interés colectivo que facilita el derecho a la información. Por otra parte, en más de la mitad de los países del mundo no está garantizada la libertad de prensa. Aunque la justicia internacional ofrece nuevas perspectivas en la lucha contra la impunidad, no se puede bajar la guardia.Guerrero en el mundo no ha sido la excepción en pleno día Mundial de la Libertad de Prensa.,dos periodistas fueron agredidos y amenazados de muerte al cumplir con su trabajo de informar uno por speudoestudiantes y otros por la policía judicial.quienes con lujo de violencia agredieron a nuestros compañeros.La aprobación de la iniciativa constituye uno de los avances más significativos en la protección de uno de los elementos fundamentales del derecho a la información? Es mi pregunta será que para el respeto de esta noble labor tiempo lo dirá.Toda esta ola de violencia no solamente en el Estado, si no en el país entero en contra del periodismo nacional, costo desde 1983, 51 periodistas muertos y uno desaparecido en México “oficialmente” para la aprobación de la ley de protección a la fuente del periodista (por cierto guerrerenses incluidos).A quién le importa la vida de un periodista? ¿Qué elementos de protección o de seguridad tiene un informador que indaga y revela asuntos como el del narcotráfico? ¿Qué pasaría si, por el riesgo y el temor naturales que provoca encargarse de esa especialidad periodística, se deja de cubrir? Las respuestas a esas tres interrogantes resultan escalofriantes. En primer lugar, salvo a su familia, y temporalmente al gremio, la vida de un profesional de los medios, sobre todo en las plazas de provincia, no parece importarle a nadie. Aquellos que por voluntad propia incursionan en el ejercicio periodístico de indagar y revelar los entretelones del crimen organizado o el narcotráfico lo hacen por un elevado sentido social, que siempre resulta traicionado por las autoridades locales y federales, que prefieren no investigar, aclarar o castigar a los responsables.Se exige la intervención efectiva de las autoridades para garantizar la seguridad, el libre ejercicio de la profesión y la integridad física de los periodistas mexicanos y guerrerenses.

Reforma legal para proteger a periodistas.

El Senado de la República aprobó por unanimidad reformas para sancionar a los servidores públicos que obliguen a los periodistas a revelar sus fuentes de información... El texto aprobado protege a su vez grabaciones, registros telefónicos, apuntes, archivos documentales y digitales y todo aquello que pudiera llevar a la identificación de quien haya proporcionado información a un comunicador. Las reformas al Código Federal de Procedimientos Penales y al Código Penal Federal se aplicarán a ministros de culto, notarios, consultores técnicos, médicos, etcétera... Asimismo, el texto tipifica como abuso de autoridad el que un agente del Ministerio Público utilice la incomunicación, la intimidación o la tortura para obligar a quienes ejercen las profesiones antes mencionadas a revelar sus fuentes. .. Cabe recordar que la iniciativa para proteger el secreto profesional de los periodistas fue presentada el 25 de noviembre de 2003 por el senador priísta Sadot Sánchez a nombre de la Comisión de Derechos Humanos.

Las motonetas: peligro latente.

Antonio Jiménez Gómez

Cada día es más común ver por las calles de Chilpancingo a menores de edad, incluso algunos de niños de hasta 10 y 12 años, circulando velozmente en motonetas, vehículos que son vistos por los chiquillos y chiquillas como un juego más y a partir de esa concepción cometen todo tipo de imprudencias al volante.

¿Qué pensarán los padres al permitir que sus pequeños hijos tripulen, conduzcan un vehículo de ese tipo en las calles capitalinas, zona donde existe una pobre cultura vial en muchos sentidos? ¿Regalos tan onerosos serán la forma ideal de algunos progenitores de mostrar el cariño a sus vástagos, a pesar del riesgo que ello implica? ¿Cómo es posible que la autoridad municipal permita ese tipo de situaciones?

Resulta curioso atestiguar cómo evoluciona el concepto de regalo caro. Un vehículo de esos, cuyo valor es en ocasiones apenas superior a los diez milpesos, permite a los padres prácticamente deshacerse de sus hijos; que se vayan a dar la vuelta, al fin ya son grandes, son responsables y se saben cuidar. Así lo afirman hasta que ocurre un accidente.

Chilpancingo es la ciudad de los privilegiados, de los influyentes. Quien tiene un apellido de cierto abolengo o quien está incrustado en la estructura gubernamental con un cargo de regular nivel, se da ciertos lujos. Y uno de ellos es promover la impunidad y la ocurrencia de conductas irregulares, como es el caso que le comento.

Hay quienes se espantan o se indican cuando les dicen que deben usar el cinturón de seguridad; qué decir de los conductores de las unidades del servicio público del transporte que en la mayoría de los casos son unos salvajes y maleducados; hay también automovilistas que no saben para qué existen los espejos retrovisores y laterales y realizan de forma imprudente movimientos con sus automotores dignos de una película de acción norteamericana.

Asimismo, hay que considerar que quienes montan una motocicleta o motoneta tampoco toman en cuenta precauciones tan básicas como no rebasar por la derecha o mantener su carril. Incluso, para estacionarse son imprudentes, ya que no les importa ocupar cajones de estacionamiento de una forma totalmente ineficiente al dejar atravesados sus vehículos, lo cual podría histerizar a cualquier automovilista que pasa hasta una hora buscando un lugar donde dejar su vehículo.

Ante este contexto, el hecho de que menores de edad operen motonetas representa un peligro potencial. Para muchos padres, como le comentaba, el hecho de hacer ese tipo de regalos, los ha de ubicar en el contexto de excelentes y dadivosos progenitores; posiblemente entregaron ese juguete con tal de que el menor no los moleste y se divierta a su gusto.

Sin embargo, ¿qué va a pasar cuando uno de esos jóvenes, amantes de la velocidad y de los riesgos, de la aventura, tenga un accidente? ¿quién será el responsable mayor? Obviamente, se acusará al automovilista, se escandalizará y se demandará justicia, pero, reitero, ¿quién es el verdadero culpable?

También es común ver a padres o madres de familia que trasladan en esos pequeños automotores a uno, dos y hay quienes tienen la habilidad de llevar a tres –por increíble que parezca, pero se dan la maña--. Aunada a esa proeza digna de haber sido hecha por Pedro Infante en su renombrada película en la que aparecía como policía sobre caballo de fierro, estos padres llevan a sus peques sin ningún tipo de protección, más que la que puede dar un abrazo para evitar que se caigan.

Este tema le podrá parecer trivial, incluso sin importancia. Pero las cosas no son importantes hasta que ocurre una desgracia. Y si la autoridad de Chilpancingo tiene un poco de preocupación por procurar una mayor seguridad para el tráfico vial, está muy a tiempo de evitar que la proliferación del uso de motonetas por adolescentes y sin ningún tipo de seguridad sea un riesgo potencial.

Al rato puede ocurrir el mismo escenario que actualmente se ven en Chilpancingo, en el que una familia cuyo hijo estaba jugando en el techo de su casa de tres pisos y al tropezar, del único lugar donde pudo asirse fue de un cable de alta tensión. La descarga la provocaría la muerte y los padres ahora responsabilizan a la Comisión Federal de Electricidad por poner sus cables donde hay gente. ¿Y por qué ellos permitían que su hijo jugara ahí?

Es cuestión de enfoques, pero en esta vida hay muchos problemas, hay muchas desgracias que se pueden evitar si cada padre de familia o ciudadano asume con seriedad sus responsabilidades.

Correo electrónico: agenciainfogro@yahoo.com.mx

TREN NOCTURNO

Rita VELÁZQUEZ

Al oír la sirena del tren durante la noche se me antojaba como algo espectral, como si fuera o viniera de un pueblo fantasma, de otra dimensión; por el contrario, lo que me dictaba mi corazón era relacionado con la aventura, la diversión.
La gente solía decirme que cuando se escuchaba este pitar durante la noche nada bueno podría resultar; sin embargo, mi alma de niña me dictaba que eso no era más que chismorreo de gente escasa de imaginación y miedosa, además de todo.
Cierto día en la noche estábamos reunidos en casa unos amigos y yo, contando historias de espantos cuando repentinamente se escuchó el silbato del ferrocarril para imprimirle mayor viveza y credibilidad a los relatos
Para darle mayor realismo todavía, se fue la luz, provocando entre los presentes un grito aterrador, reflejo del pavor momentáneo que sufrimos. Alguien sugirió que fuéramos por una bujía, lo cual hicimos de inmediato, pues estar en penumbras no era la mejor opción.
El grupo de seis niños que éramos, fuimos de la sala de mi casa a la cocina, tomados de la mano, formando una larga fila, evitando ver por el ventanal que da al patio y para no percibir cómo el viento mueve el follaje de los árboles y creer estar ante mil monstruos y seres espectrales, como los de las historias que contábamos hacía un rato.
Una vez solucionado el problema de la falta de luz, la situación se tornó más animada, subiendo la intensidad y sentido de las narraciones, pasando por las obligadas “Llorona”, “La planchada”, “El charro negro” o “Las brujas (chupaniños) de Jocotitlán, sólo por mencionar algunas.
Nuevamente se escuchó el silbido del vehículo férreo, acompañado de un ligero viento que, colándose por la puerta y ventanas de la estancia, consigue apagar nuestras candelas, provocando una nueva ola de gritos histéricos y desesperados, opacados solamente por los ensordecedores ladridos de algunos perros de los alrededores.
Nos dispusimos a ir a la cocina por una caja de fósforos, cuando ante nosotros vimos pasar una sombra, más bien, un aura luminosa que se dirige a las escaleras, nadie dijo nada, únicamente pudimos vernos a los ojos y tomarnos de las manos, evitando proferir cualquier balbuceo para no distraerla.
Una vez que la extraña presencia estuvo fuera de nuestra vista, corrimos hacia la cocina para sacar de un cajón de la alacena las cerillas para encender los cirios. Regresamos a la sala lo más rápido posible sin voltear a ningún lado, para evitar ver a cualquier otro espectro.
En esta ocasión y como consecuencia de nuestra experiencia previa, después de encender las ceras, nos dispusimos a hacer una pequeña oración con los rezos que sabíamos: “El Ángel de la Guarda”, “Padrenuestro”, “Ave María” y sólo los niños más grandes “La Salve”, para minimizar nuestros temores.
Pasado un rato, inocentemente nos preguntábamos por qué tuvimos que quedarnos solos en casa justo esa noche, cuando todos los espectros estaban de festejo y dispuestos a gastarle alguna broma a los amantes de historias de horror.
Escondidos bajo el sillón, tomados de la mano y dispuestos a dormir, en el silencio absoluto de la casa, escuchamos pasos en las escaleras; ojos azorados, miradas temerosas, ven pasar por segunda vez aquel halo luminoso con algo que pendía por entre sus manos, un Rosario tal vez.
Recuperados del susto, iniciamos la otra tanda de rezos y súplicas para evitar que el fantasma regresara a importunarnos o, mejor dicho, a espantarnos; justo cuando terminábamos nuestras oraciones, regresó mamá, lo cual nos dio mayor confianza y seguridad.
Al día siguiente por la mañana, le dije a mi mami que no volvía a quedarme solo en casa con mis amiguitos porque pasaron cosas muy feas, que prefería que se quedara conmigo la Tía Delfina, ella que siempre es tan buena y me dice cosas lindas antes de dormir; me lee historias, me canta y arrulla, me besa y arropa antes de dormir.
Mi madre guardo silencio por un momento, después dijo que mi amada tía había salido de viaje para ver a unas primas que hacía tiempo no veía y que pasaría mucho tiempo antes de que pudiera volver a verla; sin embargo, con el paso del tiempo me di cuenta de lo que en realidad había ocurrido y que el espectro al que vimos esa noche mis amigos y yo, no era otra persona que mi adorada tía –a quien tanto quise y quiero- que fue a despedirse de mi antes de partir rumbo al cielo.