viernes, febrero 09, 2007

Admiten dirigentes promover chantaje para lograr apoyos

Antonio Jiménez Gómez

Los dirigentes de organizaciones de transportistas, Mario Torres Cerecero e Inocente Mojica Peña admitieron ser promotores de acciones ilegales e irregulares para lograr el otorgamiento de más concesiones.
Durante una reunión en la biblioteca del Congreso local, los representantes se acusaron mutuamente de promover y ser beneficiarios de permisos de transporte “por debajo del agua”.
Asimismo, advirtieron que no cederán en ninguna de sus aspiraciones y logros, por lo que si se sienten agredidos entre ellos, sus trabajadores responderán como sea necesario.
El problema radica en que el grupo de Torres Cerecero recibió 13 concesiones, en tanto que el de Mojica Peña sólo nueve; por lo que el último está inconforme. Sin embargo, Mojica Peña recibió, según Torres Cerecero, dos concesiones para la ruta Zumpango, por lo que también está disgustado.
Por su parte, diputados locales conminaron a los dirigentes a asumir una actitud responsable y mostrar voluntad de solucionar las cosas, ya que llegar al enfrentamiento no ayudará a nadie.

EL ENCUENTRO

En la biblioteca del Congreso local se congregaron el director de Transportes, Ignacio Sevilla Díaz, y los diputados integrantes de la comisión legislativa de ese sector, René González Justo, Marco Antonio Organis Ramírez y Rey Hernández García.
A los lados de ambos, se colocaron los dirigentes Mario Torres Cerecero e Inocente Mojica Peña, cada uno flanqueado por dirigentes regionales.
El motivo fue la disputa que tienen ambos dirigentes por el número y operación de plazas recientemente otorgadas por el gobierno estatal.
Tanto los legisladores como el funcionario estatal propusieron en reiteradas ocasiones a los dirigentes que dirimieran sus diferencias de forma civilizada, tratando de buscar acuerdos y cediendo en algunos temas.
Sin embargo, la actitud de Torres Cerecero y Mojica Peña no varió ningún minuto: insistieron en reprocharse mutuamente de incurrir en irregularidades, y en que se respetaran los acuerdos o que se cancelaran las concesiones.

ACUSACIONES MUTUAS

Inocente Mojica fue el primero en admitir que mientras los dirigentes estatales firman acuerdos con autoridades y sus homólogos, ordenan a sus coordinadores regionales que “hagan berrinche” para ver qué le sacan de más al gobierno.
Otro de los dirigentes que lo acompañaban admitió a su vez que emborracha a los choferes del otro grupo, para obtener información sobre la forma irregular con la que obtienen concesiones y las operan.
Por su parte, Mario Torres admitió que las concesiones fueron entregadas por el ex director, Félix González, sin que hubiera estudio socio económico o convocatoria de por medio, con lo que contradijo la versión oficial del gobierno sobre el tema.
Asimismo, tras afirmar que el error del ex director fue “hacernos caso”, fustigó a su homólogo por haber recibido dos concesiones más a las autorizadas para circular en la ruta Zumpango-Chilpancingo.
En respuesta, uno de los acompañantes de Mojica Peña respondió que esas concesiones las consiguieron dos “traidores” a su organización y que, de cualquier forma, Torres Cerecero no tiene presencia en esa ruta, por lo que no puede asumirse como afectado.
Mojica Peña añadió que si el otro grupo no cedería, se iniciara un proceso de revocación de las “nuevas concesiones”, al tiempo que responsabilizo a Mojica Peña y a su gente de cualquier enfrentamiento que pudiera ocurrir
En respuesta a esa última afirmación, Torres Cerecero espetó: “ya lo hay –enfrentamiento--, ya lo hiciste, aguantate”.
Fue entonces cuando intervino el presidente de la Comisión de Transportes del Congreso local, René González Justo, quien convocó a los dos dirigentes a pactar una tregua y lograr acuerdos.
“A lo mejor se han ofendido mucho y está el rencor muy encimita. Los llamo a la cordura, al entendimiento y al diálogo. Qué tan graves son las ofensas que se han hecho que no se puedan perdonar”, argumentó el priista.
Indicó que los dirigentes pueden continuar confrontándose “hasta que sientan que su honra haya sido limpiada, o que la ofensa haya sido reparada”, pero insistió en que “busquemos un mal arreglo y no un buen pleito”.
Luego de la convocatoria del legislador, Inocente Mojica indicó que su homólogo debía respetar los acuerdos que firma, y propuso que en complemento los permisos que salieron por debajo del agua fueran olvidados.
Fue entonces cuando el director de Transportes, Ignacio Sevilla Díaz, reviró a ambos dirigentes, indicándoles que a todos les tocó concesiones durante la entrega que hizo su antecesor, Félix González Figueroa.
Los conminó a mantener una tregua y advirtió que no será con la violencia como podrán solucionar sus conflictos. Añadió que en lugar de pedir una revocación de los permisos, deberían “sentarse a platicar y tratar de arreglarse”.Por su parte, el diputado Marco Antonio Organis indicó que si los dirigentes transportistas no son capaces de ponerse de acuerdo y dar un buen servicio a la ciudadanía, se debe aplicar la ley estatal en la materia, que plantea la posibilidad de que el gobierno recupere las concesiones y las otorgue a quien si cumpla con las expectativas de la ciudadanía.