Fernando Polanco Ochoa
Entre gritos, empujones y armados con palos, integrantes de diversas organizaciones sociales irrumpieron el desfile cívico en honor al 225 aniversario del natalicio de Vicente Guerrero, realizado ayer en Tixtla, provocando la suspensión del evento y la salida apresurada de los representantes del gobierno federal y estatal.
Las manifestantes “tronaron” los halagos y “flores” que el maestro de ceremonias le había “echado” a los presentes y la organización del evento cívico, pues en el presidium de honor estaba Florencio Salazar Adame, como representante de la Presidencia de la República acompañado del jefe del ejecutivo estatal, secretarios de despacho y diputados locales.
Después de los honores al lábaro patrio, no había pasado ni media hora de haber iniciado el tradicional desfile cívico, cuando de pronto se escuchó un grito uniformado por los manifestantes “¡Zapata Vive!...¡La lucha sigue!”, eran campesinos, maestros, estudiantes normalistas de Ayotzinapa y mineros que habían logrado burlar el primer cerco de seguridad instalado alrededor de la plaza central de Tixtla.
Instantes después se dirigieron hacía la segunda valla metálica –la última para llegar al presidium- con rostros sudorosos y ojos llenos de ira señalaron con el dedo índice al gobernador del estado a quien le gritaron en reiteradas ocasiones “¡traidor! ¡traidor!, ¡traidor!”, seguidos del grito “¡decían, decían que todo cambiaría…mentira, mentira la misma porquería!”.
Ante la falta de elementos de la Policía Preventiva Estatal, fueron los escoltas personales del titular del Ejecutivo estatal y agentes de Gobernación, quienes enfrentaron los jaloneos, empujones, golpes e insultos de los manifestantes.
Eran dos fuerzas contrarias, unos querían burlar el cerco de seguridad y tomar por asalto el templete, los otros contenían a los manifestantes para que no provocaran más altercados.
Entonces aparecieron los dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, Arturo Hernández Cardona y Pedro Nava Rodríguez.
Los insultos no se hicieron esperar por los empleados del gobierno del estado, eso les valió una llovía de “palazos” sobre cabeza, espalda y en donde les cayeran; no obstante, los representantes gubernamentales soportaron los embates.
Debido a la gresca que se armó entre ambos bandos, los caballos que pasaban en esos momentos frente al presidium se pusieron nerviosos a tal grado de que soltaron varias patadas contra los asistentes.
Salieron corriendo y agrediendo a reporteros
Tras observar los jaloneos, insultos e intercambio de golpes entre guaruras y agentes de Gobernación contra manifestantes, los organizadores del acto cívico solicitaron que se suspendiera el desfile para que el representante de la Presidencia de la República y el jefe del Ejecutivo estatal pudieran abandonar el lugar.
Cuando se dio la orden, el gobernador –“envuelto” por un cerrado grupo de escoltas-- y el funcionario federal salieron corriendo por los espacios que les quedaban libres, seguidos de reporteros y asistentes; en sus declaraciones sobre los hechos, el gobernador se refirió despectivamente a los manifestantes como “vividores”.
Antes de que cada uno de los altos funcionarios abordaran sus respectivas camionetas, un nuevo conato de presentó cuando personal de seguridad del jefe del Ejecutivo estatal empujaron al fotógrafo, Eric Chavelas quien respondió de la misma forma a la agresión, seguido del fotógrafo también, Lennin Ocampo.
Los guaruras le “bajaron” a su adrenalina, pero no así un sujeto desconocido, alto y calvo de nombre Juan Manuel de la Colina, presunto reportero de TV Azteca Guerrero quien siguió agrediendo al grupo de reporteros, mientras éstos lo azotaron contra la camioneta del gobernador quien solo sonreía ante los actos presenciados, aunque no disimulaba su enojo y descontento.
Minutos después, los manifestantes de la APPG, campesinos de varios municipios, mineros y estudiantes se apoderaron del presidium de honor que momentos antes había sido ocupado por los representantes de los tres poderes de gobierno.
Allí, los integrantes de la APPG hicieron diversos pronunciamientos, entre ellos el de que “es el pueblo quien le debe rendir homenaje a Vicente Guerrero, es así como debemos de venerarlo porque él fue un hombre del pueblo”.
Al final, los manifestantes también se despidieron del lugar, los asistentes al desfile un poco decepcionados también hicieron los propia, y al fondo, solo 4 coronas que rodeaban la estatua del general Vicente Guerrero Saldaña.
Entre gritos, empujones y armados con palos, integrantes de diversas organizaciones sociales irrumpieron el desfile cívico en honor al 225 aniversario del natalicio de Vicente Guerrero, realizado ayer en Tixtla, provocando la suspensión del evento y la salida apresurada de los representantes del gobierno federal y estatal.
Las manifestantes “tronaron” los halagos y “flores” que el maestro de ceremonias le había “echado” a los presentes y la organización del evento cívico, pues en el presidium de honor estaba Florencio Salazar Adame, como representante de la Presidencia de la República acompañado del jefe del ejecutivo estatal, secretarios de despacho y diputados locales.
Después de los honores al lábaro patrio, no había pasado ni media hora de haber iniciado el tradicional desfile cívico, cuando de pronto se escuchó un grito uniformado por los manifestantes “¡Zapata Vive!...¡La lucha sigue!”, eran campesinos, maestros, estudiantes normalistas de Ayotzinapa y mineros que habían logrado burlar el primer cerco de seguridad instalado alrededor de la plaza central de Tixtla.
Instantes después se dirigieron hacía la segunda valla metálica –la última para llegar al presidium- con rostros sudorosos y ojos llenos de ira señalaron con el dedo índice al gobernador del estado a quien le gritaron en reiteradas ocasiones “¡traidor! ¡traidor!, ¡traidor!”, seguidos del grito “¡decían, decían que todo cambiaría…mentira, mentira la misma porquería!”.
Ante la falta de elementos de la Policía Preventiva Estatal, fueron los escoltas personales del titular del Ejecutivo estatal y agentes de Gobernación, quienes enfrentaron los jaloneos, empujones, golpes e insultos de los manifestantes.
Eran dos fuerzas contrarias, unos querían burlar el cerco de seguridad y tomar por asalto el templete, los otros contenían a los manifestantes para que no provocaran más altercados.
Entonces aparecieron los dirigentes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), Nicolás Chávez Adame, Arturo Hernández Cardona y Pedro Nava Rodríguez.
Los insultos no se hicieron esperar por los empleados del gobierno del estado, eso les valió una llovía de “palazos” sobre cabeza, espalda y en donde les cayeran; no obstante, los representantes gubernamentales soportaron los embates.
Debido a la gresca que se armó entre ambos bandos, los caballos que pasaban en esos momentos frente al presidium se pusieron nerviosos a tal grado de que soltaron varias patadas contra los asistentes.
Salieron corriendo y agrediendo a reporteros
Tras observar los jaloneos, insultos e intercambio de golpes entre guaruras y agentes de Gobernación contra manifestantes, los organizadores del acto cívico solicitaron que se suspendiera el desfile para que el representante de la Presidencia de la República y el jefe del Ejecutivo estatal pudieran abandonar el lugar.
Cuando se dio la orden, el gobernador –“envuelto” por un cerrado grupo de escoltas-- y el funcionario federal salieron corriendo por los espacios que les quedaban libres, seguidos de reporteros y asistentes; en sus declaraciones sobre los hechos, el gobernador se refirió despectivamente a los manifestantes como “vividores”.
Antes de que cada uno de los altos funcionarios abordaran sus respectivas camionetas, un nuevo conato de presentó cuando personal de seguridad del jefe del Ejecutivo estatal empujaron al fotógrafo, Eric Chavelas quien respondió de la misma forma a la agresión, seguido del fotógrafo también, Lennin Ocampo.
Los guaruras le “bajaron” a su adrenalina, pero no así un sujeto desconocido, alto y calvo de nombre Juan Manuel de la Colina, presunto reportero de TV Azteca Guerrero quien siguió agrediendo al grupo de reporteros, mientras éstos lo azotaron contra la camioneta del gobernador quien solo sonreía ante los actos presenciados, aunque no disimulaba su enojo y descontento.
Minutos después, los manifestantes de la APPG, campesinos de varios municipios, mineros y estudiantes se apoderaron del presidium de honor que momentos antes había sido ocupado por los representantes de los tres poderes de gobierno.
Allí, los integrantes de la APPG hicieron diversos pronunciamientos, entre ellos el de que “es el pueblo quien le debe rendir homenaje a Vicente Guerrero, es así como debemos de venerarlo porque él fue un hombre del pueblo”.
Al final, los manifestantes también se despidieron del lugar, los asistentes al desfile un poco decepcionados también hicieron los propia, y al fondo, solo 4 coronas que rodeaban la estatua del general Vicente Guerrero Saldaña.
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