El gobierno gringo, en voz de su embajador, se le ocurrió acusar a nuestras autoridades responsables de la justicia en todo el país de ser frágiles, ineficaces y corruptos... Si bien no mintieron del todo, lo que cae mal es que el gobierno más gandalla del mundo, se quiera entrometer en broncas de los mexicanos de forma oficial...
¿A poco nuestras autoridades les envían sendos oficios para advertirles acerca del racismo que persiste en sus cuerpos policiacos y en sus políticos? ¿Acaso el gobierno mexicano ha levantado un dedo para denunciar las violaciones a los derechos humanos fundamentales que cometen los gringos escudados en su hipócrita actuación de guardián del mundo?
Bueno, no ha ocurrido porque también nuestros diplomáticos son tibios y se dejan mangonear. Pero lo cierto es que a los gringos no les debe importar si en México se hacen o se deshacen las cosas. Claro, ellos quisieran invadir el país para quedarse de un jalón con el petróleo y muchas otras cosas, pero no.
Si bien hay inseguridad en México, la guerra contra los carteles de la droga está declarada y ocurren asesinatos y secuestros de personalidades importantes, Estados Unidos no es, digamos, todo un Disneylandia. Allá también tienen lo suyo, hay corrupción y muchos abusos... Así que se preocupen ellos por lo suyo, y nosotros por lo nuestro...
Y como le decía, la hipocresía disfrazada de falsa moral de los norteamericanos raya en el cinismo. Ahí está el embajador gringo enviando sus cartitas al procurador de la República y al canciller Derbez, porque le preocupa el riesgo que dizque enfrentan sus paisanos en la zona fronteriza, mientras que su presidente, el loco Bush, sigue enviando a miles de jóvenes a morir una guerra inútil e injusta...
Lo bueno de este caso es que hasta el presiChente y los chicos de su gabinetazo no se dejaron mangonear como en otras ocasiones...
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