lunes, enero 24, 2005

Dilemas de un perseguido en Oaxaca.

El ex candidato opositor a la gubernatura de Oaxaca ya se había, digamos, resignado. De esas casualidades que ocurren en la política mexicana, quien fue una piedrita en el zapato para el polémico José Murat, resultó ser un delincuente acusado de peculado, según la procuraduría de aquella vecina entidad.

Gabino Cué Monteagudo preparó todo: estrategia mediática para consolidarse como perseguido político, su esposa culpó de todo lo que le pudiera pasar a él o a su familia al ex gobernador y al actual mandatario oaxaqueño. Incluso, hasta armó un acto multitudinario de despedida... Ahí sí que le ganó a René Bejarano...

El ex candidato encabezó el domingo una marcha en la que dicen participaron miles de personas. Llegada la tarde se dirigió muy machito a la Procuraduría oaxaqueña para que le aplicaran la justicia y lo encerraran. Y ¡sorpresa!...

¡La Procuraduría oaxaqueña se negó a detener a Gabino Cué! Al llegar a la sede de la Procuraduría estatal para entregarse, un oficial de guardia le indicó que no tenía órdenes de aprehenderlo, en tanto que el agente del Ministerio Público a cargo dijo que oficialmente existía un amparo federal que impedía el ejercicio de la acción penal en contra del opositor...

¡Orale! Ante tal anuncio, los abogados del ex aspirante se sorprendieron y rechazaron que hubiera dicho recurso legal y que la orden de aprehensión podría ejecutarse en cualquier momento... Algo así como ¡No, ahora lo detienen! Ya hicimos mucho espectáculo como para que lo dejen libre... Ji ji ji...
Así que, a final de cuentas, marchantes y presunto perseguido se tuvieron que ir a su casa, frustrados en su intento de convertirse en mártir de la democracia. A ver qué ocurre después, lo cierto es que el domingo para Cué fue, digamos, muy cotorro...

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