viernes, mayo 18, 2007

Genera incertidumbre “comando justiciero”

Un grupo de seis personas vestidas con playeras y gorras camuflajeadas similares a las usadas por el Ejército Mexicano, causó incertidumbre la mañana de ayer en el centro de la ciudad.
El grupo caminó por varias calles del centro de la ciudad provocando conmoción y curiosidad entre los transeúntes.
Posteriormente, se introdujo furtivamente al salón de plenos del Tribunal Superior de Justicia, en el momento en que se impartía una conferencia magistral por parte de una especialista en transparencia y corrupción de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Cabe mencionar que a pesar de ser la sede de uno de los tres poderes del estado, y de encontrarse en su interior diversas figuras públicas, ni en la entrada ni en las instalaciones había ni un solo policía o elemento de seguridad.
Uno a uno, los individuos ataviados a la usanza castrense se introdujeron paulatinamente al recinto, provocando temor entre algunos de los asistentes, entre quienes se encontraban representantes de partidos políticos, legisladores, universitarios y público en general.
Se concentraron en el centro del salón a donde, algunos de ellos, desplegaron una manta, mientras que otros comenzaron a gritar consignas en contra del aparato de justicia estatal y anunciaron que se harán justicia por su propia mano.
Los llamados al orden por parte del maestro de ceremonias de la reunión que forma parte de los trabajos de la mesa temática para la reforma en materia de función pública y buen gobierno fueron inútiles.
Uno de los camuflajeados se identificó entonces como Fausto Acevedo Acevedo, abogado capitalino que desde hace meses iniciò una campaña de desprestigio en contra de integrantes del Poder Judicial, argumentando que son promotores de la corrupción y protegen a delincuentes.
El dirigente del grupo comenzó a gritar consignas en contra de los jueces tercero y séptimo del ramo penal, y primero del ramo civil, los tres del Distrito Judicial de Bravos.
Acusó directamente a la juez María del Rosario Muñiz de actuar por encima de la ley y proteger a una delincuente que incurrió en el delito de despojo en su perjuicio y de otras personas.
Acevedo Acevedo indicó que lleva dos años solicitando una audiencia con el titular del Ejecutivo para plantearle su caso, pero que hasta el momento no se les ha concedido.
Dijo que lo mismo ha ocurrido con el procurador de justicia de la entidad, y con otras autoridades que se niegan a aplicar la ley y hacer justicia.
A grito abierto, y ante la inconformidad de algunos de los asistentes a la conferencia magistral, Acevedo Acevedo seguía pronunciando reproches a los diferentes niveles de autoridad.
Sólo reconoció al diputado Ramíro Solorio Almazán de ser el único representante de algún poder público que los ha recibido. Lo anterior a pesar de que el propio Fausto Acevedo lanzó severas críticas en agosto pasado al mismo legislador, porque no le había resuelto sus asuntos.

PROCLAMAN APLICAR JUSTICIA POR PROPIA MANO

Fausto Acevedo Acevedo amenazó que ante la incapacidad de las autoridades estatales de aplicar la justicia, él y su grupo tomarán la justicia por sus propias manos.
Reprochó que como los jueces se niegan a liberar órdenes de aprehensión, están dispuestos a hacer lo necesario para que, según ellos, haya justicia.
Los amagos se generalizaron entre los inconformes, quienes espetaban reclamos e insultos a representantes de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, así como de partidos políticos y de la sociedad civil.
Una vez que terminaron de gritar sus consignas, desde su lugar el consejero de la Judicatura, Gustavo Adolfo Morlet Berdejo, intentó explicar a los inconformes que si tenían quejas concretas contra algún integrante del Poder Judicial, que la presentaran ante la instancia que él representaba.
Sin embargo, tanto Acevedo como sus acompañantes arremetieron con gritos e insultos en contra de Morlet Berdejo; incluso, el abogado que encabezaba el movimiento primero le espetó que no querían presentar su denuncia formal porque el consejo de la Judicatura era “una porquería”.
Posteriormente, Acevedo Acevedo se retractó y refirió que ya había quejas en contra de los jueces promovidas por él mismo ante la Judicatura; incluso, presumió que de cada diez expedientes de inconformidad uno era promovido por él.
Sin embargo, Morlet Berdejo refirió que en el caso concreto de los jueces que había señalado en ese momento, no había ninguna queja.
Fausto Acevedo reaccionó violentamente y le gritó de nuevo al representante de la Judicatura que sí había y que incluso le apostaba que existían dichas quejas.
Ante esa actitud, Morlet Berdejo indicó que si los inconformes mantenían esa actitud de confrontación ya no era problema del Poder Judicial, puesto que se les había ofrecido de forma pública la oportunidad de emplazar procedimientos jurídicos en contra de quienes acusaban de corrupción y las habían rechazado.
A los pocos minutos, de la misma forma furtiva como llegaron, los manifestantes disfrazados de militares se retiraron por el acceso central del salón de plenos.

LOS PRESUNTOS HALAGADORES

El grupo de manifestantes que irrumpieron ayer durante una conferencia impartida en el salón de plenos del Tribunal Superior de Justicia, y que destacaron que el diputado Ramiro Solorio había sido el único que se solidarizó con su causa, son los mismos que hace nueve meses le lanzaron severas críticas por su incapacidad de garantizarles soluciones favorables a sus casos.
Fue a finales de agosto pasado, cuando Acevedo Acevedo incursionó en las instalaciones del Congreso local, llegando hasta las oficinas del diputado Solorio.
En esa ocasión protestaron en contra del presidente de la Comisión de Justicia del Congreso local, debido a que, dijeron, los utilizó y les mintió para mejorar su imagen política. Le gritaron consignas en su contra y mostraron mantas.
Los manifestantes afirmaron ser víctimas de la corrupción que impera en el Poder Judicial, lo que ha provocado que diversos juicios o procesos que enfrentan sean retrasados, tergiversados o lleguen a sentencias que no corresponden a la realidad de los hechos.
A nombre de los inconformes, Fausto Acevedo Acevedo, declaró que fue el pasado 23 de marzo, cuando fueron convocados por Solorio Almazán a participar en una audiencia pública en la que presentaron sus quejas en contra del sistema de administración de justicia, en el salón José Francisco Ruiz Massieu del recinto legislativo.
“Estuvo el diputado Solorio, los otros diputados mandaron sus representantes, tomaron nota de nuestras quejas, se comprometieron a darles trámite ante las instancias correspondientes para buscarles solución. Sin embargo, fue pura demagogia”, declaró.
A partir de esa audiencia pública, señaló, han dado muestra de parcialidad y elitismo porque cuando se trata de injusticias cometidas en contra de personajes importantes, se reúnen los legisladores en persona y en privado, y no hacen una pasarela limitada de tiempo como en la que ellos participaron.
“Ahora, después de cinco meses, hemos tocado innumerables puertas, nuestros problemas se han agravado, y todo ha quedado en una expresión demagógica, sobre todo de Ramiro Solorio a quien no podemos encontrar”, indicó Acevedo Acevedo.
Y agregó: “Nos dicen que viene los martes, que viene los jueves, que está en sesión, que está en una reunión, que véngase mañana. Infructuosas todas nuestras vueltas, todos nuestros gastos”.
Sobre este último aspecto, señaló que los inconformes que creyeron en Solorio Almazán han gastado desde pasajes para trasladarse desde sus ciudades de origen a Chilpancingo, alimentación hasta en las fotocopias de los expedientes que le fueron entregados al legislador del sol azteca “para no tener ningún resultado”.

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