El auditor general del estado, Ignacio Rendón Romero, intentó callar públicamente y frente a los empleados de ese organismo al también auditor Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, por órdenes de la secretaria particular del Poder Ejecutivo, Magali Salinas.
El incidente ocurrió cuando el fiscalizador federal pronunciaba una conferencia en torno a la transparencia y rendición de cuentas, y los problemas que se enfrentan actualmente en esa materia.
A pesar de que era un evento organizado por la Auditoría General del Estado, órgano desconcentrado del Poder Judicial, autónomo del Ejecutivo, la funcionaria se la pasó dando órdenes de cómo quería que ocurrieran las cosas y se impuso a los organizadores.
PRIMER DESAIRE
Estaba prácticamente al final de su exposición, cuando en esos momentos arribó al salón ubicado al sur de la ciudad el titular del Ejecutivo estatal, motivo por el cual la secretaria particular Magali Salinas le hizo señas al auditor estatal de que “le cortara” al discurso de González de Aragón.
La funcionaria del Ejecutivo ya estaba desesperada cuestionando en voz alta en qué momento iba a terminar el discurso el fiscalizador federal, para que no tuviera que hacer esperar a su jefe
Presto y obediente, Rendón Romero se levantó de su lugar en el presidium, y se dirigió al podium donde se encontraba el auditor federal, quien momentos antes había destacado la necesidad de que los funcionarios fiscalizadores fueran realmente autónomos e independientes de los poderes ejecutivos.
El auditor estatal hizo señas y después trató de llamar la atención a su homólogo federal para que ya terminara con su discurso, ante lo cual González de Aragón volteó y en tono secó, espetó: “Espérate, Nacho”.
La molestia y nerviosismo de la secretaria particular se hizo más grande, porque su jefe tendría que esperar un par de minutos en el exterior del salón, mientras que también el auditor estatal se mostraba nervioso y confundido.
SEGUNDO DESAIRE
Al termino del discurso, el auditor federal se dirigió a su lugar en el presidium, el cual estaba integrado por el auditor Rendón y cinco diputados de diferentes partidos políticos: el ecologista Arturo Alvarez Angli, el perredista Raymundo García Gutiérrez, los priistas Noe Ramos Salazar y Sofío Socorro Ramírez Hernández, y el panista Benito García Meléndez.
Sin embargo, cuando González de Aragón apenas se iba a sentar, los diputados y el propio auditor se levantaron de su silla a petición de la secretaria particular, bajaron del lugar y se fueron a saludar al Ejecutivo estatal, quien se encontraba esperando en la entrada del salón.
Sin embargo, el auditor superior de la federación se quedó solo, sentado en su lugar, viendo cómo su homólogo estatal rendía pleitesía al representante del Ejecutivo.
Los últimos dos en pretender sumarse a la comitiva fueron el priista Sofío Ramírez y el panista Benito García, pero al darse cuenta de que el funcionario del órgano autónomo federal se encontraba “abandonado”, optaron por regresarse y acompañarlo.
Minutos después se integró un nuevo presidium, se firmó un convenio de colaboración entre la AGE y la Universidad Nacional Autónoma de México, en el que el gobierno de Guerrero sólo fungió como testigo.
Y el evento terminó, no sin antes de que el auditor Rendón Romero pronunciara un discurso en el que se desvivió en halagos y reconocimientos a los asistentes.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario