A sólo cuatro meses de que concluya el año y el actual ejercicio fiscal, 80 millones de pesos que fueron ya “radicados” para destinarse a labores de reforestación en Guerrero se encuentran atorados, afirmó el diputado local ecologista Arturo Alvarez Angli.
El legislador indicó que ese problema se debe a que no existen reglas de aplicación definidas por el gobierno estatal, para que el gobierno federal autorice el ejercicio de los recursos.
Fue a principios del mes de julio pasado cuando, al conmemorarse el Día del Árbol, la Secretaría del medio Ambiente estatal y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) anunciaron la siembra de cinco millones 900 mil árboles en toda la entidad.
En esa ocasión, el secretario del Medio Ambiente, Sabás de la Rosa Camacho, informó que la dependencia a su cargo y el gobierno federal contribuyeron con la mezcla de recursos económicos por 120 millones de pesos.
En cuanto a los casi seis millones de árboles indicó que serían distribuidos en 311 sitios en la entidad, mismos que con anticipación fueron aprobados por el Comité Técnico Estatal en Guerrero del programa Pro Arbol.
Al respecto, Arturo Alvarez indicó que si bien no se puede hablar de que el gobierno está simulando con programas de conservación del medio ambiente que nacen para no ser aplicados, tampoco se puede considerar que lo que ocurre en Guerrero sea positivo.
Indicó que el programa ProArbol, que administra la Conafor, no debe ser un espejismo que sólo promete realizar acciones encaminadas a preservar y aprovechar de manera racional los recursos forestales, y a fomentar la siembra de árboles que luego nadie cuida.
Expresó que se requiere de una visión integral, para que los pocos recursos con los que se cuenta puedan ser utilizados en acciones que en realidad detonen el cuidado del medio ambiente y la recuperación de zonas erosionadas.
De acuerdo a su concepción, Proarbol tiene como objetivo impulsar el desarrollo forestal, prioritariamente en los municipios con mayor índice de marginación e impulsar el ordenamiento territorial en materia forestal.
Indicó que no nada más se debe pensar en que se hace como que se siembra para cuidar el ambiente, sino que se debe contribuir a la reforestación, el combate a la tala clandestina y a promover el uso sustentable y productivo de la riqueza maderable, así como a combatir la pobreza que impera en zonas boscosas.
Expresó que apenas quedan cuatro meses para poder aplicar los primeros 80 millones de pesos con que cuenta ese programa, lo cual hace poco probable cumplir con las metas que se hubieran podido establecer con las metas que se hubieran podido establecer.
El legislador indicó que ese problema se debe a que no existen reglas de aplicación definidas por el gobierno estatal, para que el gobierno federal autorice el ejercicio de los recursos.
Fue a principios del mes de julio pasado cuando, al conmemorarse el Día del Árbol, la Secretaría del medio Ambiente estatal y la Comisión Nacional Forestal (Conafor) anunciaron la siembra de cinco millones 900 mil árboles en toda la entidad.
En esa ocasión, el secretario del Medio Ambiente, Sabás de la Rosa Camacho, informó que la dependencia a su cargo y el gobierno federal contribuyeron con la mezcla de recursos económicos por 120 millones de pesos.
En cuanto a los casi seis millones de árboles indicó que serían distribuidos en 311 sitios en la entidad, mismos que con anticipación fueron aprobados por el Comité Técnico Estatal en Guerrero del programa Pro Arbol.
Al respecto, Arturo Alvarez indicó que si bien no se puede hablar de que el gobierno está simulando con programas de conservación del medio ambiente que nacen para no ser aplicados, tampoco se puede considerar que lo que ocurre en Guerrero sea positivo.
Indicó que el programa ProArbol, que administra la Conafor, no debe ser un espejismo que sólo promete realizar acciones encaminadas a preservar y aprovechar de manera racional los recursos forestales, y a fomentar la siembra de árboles que luego nadie cuida.
Expresó que se requiere de una visión integral, para que los pocos recursos con los que se cuenta puedan ser utilizados en acciones que en realidad detonen el cuidado del medio ambiente y la recuperación de zonas erosionadas.
De acuerdo a su concepción, Proarbol tiene como objetivo impulsar el desarrollo forestal, prioritariamente en los municipios con mayor índice de marginación e impulsar el ordenamiento territorial en materia forestal.
Indicó que no nada más se debe pensar en que se hace como que se siembra para cuidar el ambiente, sino que se debe contribuir a la reforestación, el combate a la tala clandestina y a promover el uso sustentable y productivo de la riqueza maderable, así como a combatir la pobreza que impera en zonas boscosas.
Expresó que apenas quedan cuatro meses para poder aplicar los primeros 80 millones de pesos con que cuenta ese programa, lo cual hace poco probable cumplir con las metas que se hubieran podido establecer con las metas que se hubieran podido establecer.
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