Dice el niño Nuño que le va aplicar la justicia al maestro que se
le revele. Jura y perjura que va despedir a quien no se presente a realizar la
evaluación que le corresponde.
Viene a nuestra mente cuando apenas había amenazado con que le iba
a descontar el sueldo del 2 de octubre a los maestros que no se presentaron a
trabajar por andar en marchas y protestas.
Y odiamos decir: se lo advertimos… pero se lo advertimos. Al final
del mes no pasó nada. Obviamente, en ese momento los maestros tenían como
primer cetegista del estado al secretario de Educación con mayor esencia
etílica de muchos años, y como mayor aliado al mismísimo rey de “Nunca Jamás”.
Ahora es diferente, El Elegido ya demostró que no viene a pasearse
sino a gobernar, y gobernar es ejercer la ley. El secretario de Educación no
viene a aprender su chamba; bueno, viene a trabajar en las ruinas que le dejó
su antecesor, pero también demostró en su momento que no anda jugando…
Así que ahora sí la quiniela se pone intersante. Hagan sus
apuestas: qué pasará con la evaluación magisterial: ¿gana el niño Nuño o ganan
los cetegistas del terror?
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