martes, noviembre 24, 2015

Fiscalía de Guerrero: la guerra del hueso

T. J. Gómez

Un total de 21 aspirantes participan a la carrera para ser Fiscal General del Estado.
El gran ausente de esta contienda es el ex director de la Policía Investigadora Ministerial, Erit Montúfar Mendoza, quien se perfilaba como el candidato natural y necesario, sobre todo por la complejidad de los retos que enfrenta la institución responsable de la procuración de justicia en Guerrero.
De los que sí le entraron, ahí le va la lista: Blanca María del Rocío Estrada Ortega, Francisco Torres Valdez, Xavier Olea Peláez, José Luis Gallegos Peralta, Raymundo Pérez Medrano, Irving Barrios Mojica, María Guadalupe Rendón Ramírez, José Fernando Monreal Leyva, Héctor Salvador Calleja Paniagua, Uriel Eleuterio Fernández Peláez, Antonio Sebastián Ortuño, José Balbuena Herrera, Lucas Moisén Catarino, Ramíro Damián García Lozano, Jesús Zamora Muñoz, Jesús Alemán del Carmen, Milton Omar Cruz Calvo, Juventino Rodríguez Martínez, Rogelio Parra Silva, Jorge Alberto Moctezuma Pineda y Ricardo Terrones Pérez.

Los que sí saben

Entre los de la lista que le cuento están algunos que tienen demandada a la Fiscalía por broncas añejas, otros han sido señalados por conductas no muy agradables –entre los que han estado al interior de la institución se conocen muy bien--, y hay algunos perfiles que conviene considerar con más detenimiento.
Tal es el caso de Antonio Sebastián Ortuño, quien ha dedicado su vida a la procuración de justicia y cuenta con la experiencia y carácter para aguantar una de las instituciones más complejas de la entidad.
También está en la lista José Balbuena Herrera, quien ha desempeñado diversos cargos dentro de la misma Fiscalía, ha sido abogado litigante y buen negociador en las responsabilidades públicas que le han correspondido.
Hay también quienes se inscribieron para ver que sacan, o bien, quienes una vez más le tiran al cargo con la confianza de ser agraciados por las y los diputados locales.
Lo cierto es que es la primera vez que se inscriben tantos aspirantes para ocupar el cargo de responsable de la procuración de justicia en uno de los estados más violentos y complicados del país como es Guerrero.
Sin la sombra de Erit Montúfar, pareciera que no hay nada para nadie. Que habría que esperar a la línea o entrar al análisis de los perfiles.
Sólo hay que considerar dos o tres ideas.
La primera es que quien sea electo Fiscal de Guerrero debe realmente vivir en la entidad, para que sepa lo que le duele y no ande inventando problemas; debe también haber laborado en la propia institución para que no llegue a inventar el agua hirviendo o el hilo negro. Ya se han tenido muy desagradables experiencias por elegir a fiscales que vienen de México a llevarse lo que puedan y a no hacer nada, al fin ni de aquí son; o bien, que al desconocer cómo funciona la Fiscalía inventan cosas que ni al caso, y al final nada pasa.

Queda una semana al Congreso local para que elija al heredero del actual fiscal. Habrá que esperar a ver cómo se construyen los consensos.

No hay comentarios.: