¡Sorpresa! El director de Obras Públicas del ayuntamiento de Chilpancingo renunció. Era tan eficiente el hombre que ni de su nombre nos acordamos. Lo cierto es que lo renunciaron por tanta burrada que hizo y por tan poco trabajo que no hizo. Claro que el aludido argumenta motivos personales para irse a su casa... Y como no. Después de tantos recordatorios de 10 de mayo que se llevaron tanto el alcalde como los responsables de permitir el caos que se generó en diciembre pasado por las obras que se realizaron en las principales calles de la ciudad, cualquiera aludiría esas razones para dejar descansar a la familia.
Y es que mientras el gobierno del estado intentaba remodelar la ciudad –porque si se esperaba a que el alcalde cumpliera con su trabajo, se iba a terminar el periodo de gobierno y no habría pasado nada--, en el ayuntamiento no se molestaron por vigilar que las cosas se hicieran bien, mientras que el trabajo que le tocaba al propio municipio simplemente sirvió para dar vergüenza.
miércoles, enero 05, 2005
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