Antonio Jiménez Gómez
Al menos 17 cocodrilos de la especie Acutus (cocodrilo de río), que se considera en peligro de extinción, fueron sacrificados en la laguna de Chautengo, para aprovechar sólo una pequeña parte de su piel.
El procurador de Protección Ecológica, Tulio Ismael Estrada Apátiga, denunció lo anterior e informó que personal a su cargo ya se encuentra realizando las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de esa masacre.
Los animales que fueron sacrificados miden más de dos metros y los cazadores furtivos únicamente se llevaron la piel que recubre la parte de la panza del animal, pues la del lomo, por ser más dura, no la pudieron obtener.
El hallazgo se hizo durante una inspección que realizó el personal técnico de la procuraduría, en la laguna de Chautengo, que se ubica en el municipio de Cruz Grande, en la región de la Costa Chica.
De acuerdo al funcionario, la piel “cruda” de un cocodrilo en el mercado negro tiene un valor aproximado de 300 pesos, monto que resulta bastante bajo comparado con el daño ecológico que se está generando, estableció.
Estrada Apátiga aseguró que la devastación de cocodrilos en esa laguna generará un severo problema en la cadena alimenticia del ecosistema e incluso puede poner en riesgo la subsistencia de la laguna, pues esos animales rascan las orillas del cuerpo de agua para conservar la humedad.
El funcionario estatal informó que la inspección se ordenó originalmente para complementar un estudio que realiza la Procuraduría de Protección Ecológica de Guerrero (Propeg) en torno al problema que se vive en ese cuerpo de agua.
Detalló que se ha detectado que una plaga que afecta a los manglares ubicados en la laguna, junto con la devastación producida por el ser humano, la han puesto al borde del desequilibrio ecológico.
Estrada Apátiga expresó que con la evidencia obtenida en la inspección, la Propeg dio parte a otras dependencias relacionadas con la ecología como las secretarías del Medio Ambiente estatal y federal, así como a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Comentó que con personal de esas dependencias se han hecho nuevas visitas a la laguna para iniciar la investigación correspondiente, y así intentar dar con el o los responsables del ecocidio.
LEY PROTEGE A ECOCIDAS
Sin embargo, el procurador ambiental indicó que aún cuando se lograra dar con los responsables de la masacre de los cocodrilos, estos no serían sujetos de una fuerte sanción.
Desafortunadamente, comentó, la legislación vigente en la materia únicamente permitiría condenar a los responsables por el tráfico de especies y subproductos silvestres.
Declaró que en el caso de que se encontrara a los presuntos responsables en flagrancia comercializando las pieles, podrían obtener una pena corporal de hasta siete años de prisión.
Esa sentencia, consideró, es muy poco por haber cometido al menos 17 asesinatos de cocodrilos aunque se presume que son muchos más.
Tulio Estrada dijo que a raíz de que se documentó el problema se inició la elaboración de un proyecto ecoturístico para que los pobladores del lugar primero saneen, cuiden y promuevan la laguna.
Esto para preservar su belleza singular, aún cuando el cuerpo lagunar ya tiene algo de contaminación, además de que son evidentes las huellas de la devastación que le ha producido la mano del hombre.
Empero, el proyecto apenas contemplaría con un financiamiento inicial aproximado de un millón de pesos el saneamiento de 30 de las tres mil 455 hectáreas sobre las que se asienta la laguna y que corresponden a tres municipios de la Costa Chica: Cuautepec, Copala y Florencia Villareal.
El procurador ambiental planteó la posibilidad de que la piel del cocodrilo pueda seguir aprovechándose por los lugareños, siempre y cuando se instalaran granjas para crianza y los animales de los que se obtenga la piel sean los que ahí se críen, destinando una parte al mantenimiento del equilibrio ecológico.
SE AGRAVA PROBLEMA ECOLOGICO
Aunado a la mortandad de cocodrilos en esa laguna, informó el funcionario estatal que también se detectó una plaga no definida hasta el momento que está secando los manglares que rodean el cuerpo lagunar.
A partir de esa anomalía, para las autoridades ecológicas estatales la urgencia más importante es iniciar un proceso de rescate ecológico en el que participen instancias de los tres niveles de gobierno.
Cuestionado sobre el papel que están jugando las demás actores de las dependencias relacionadas con el medio ambiente dijo, “se necesita no se improvise más políticos, se necesita especialistas que tengan convicción y dedicación para atender los problemas”.
Finalmente, aseguró que la laguna se encuentra en un momento que aún puede ser saneada y restaurada ecológicamente y con la posibilidad de ser aprovechada para ecoturismo, siempre y cuando se haga con un manejo adecuado.
Al menos 17 cocodrilos de la especie Acutus (cocodrilo de río), que se considera en peligro de extinción, fueron sacrificados en la laguna de Chautengo, para aprovechar sólo una pequeña parte de su piel.
El procurador de Protección Ecológica, Tulio Ismael Estrada Apátiga, denunció lo anterior e informó que personal a su cargo ya se encuentra realizando las investigaciones correspondientes para dar con los responsables de esa masacre.
Los animales que fueron sacrificados miden más de dos metros y los cazadores furtivos únicamente se llevaron la piel que recubre la parte de la panza del animal, pues la del lomo, por ser más dura, no la pudieron obtener.
El hallazgo se hizo durante una inspección que realizó el personal técnico de la procuraduría, en la laguna de Chautengo, que se ubica en el municipio de Cruz Grande, en la región de la Costa Chica.
De acuerdo al funcionario, la piel “cruda” de un cocodrilo en el mercado negro tiene un valor aproximado de 300 pesos, monto que resulta bastante bajo comparado con el daño ecológico que se está generando, estableció.
Estrada Apátiga aseguró que la devastación de cocodrilos en esa laguna generará un severo problema en la cadena alimenticia del ecosistema e incluso puede poner en riesgo la subsistencia de la laguna, pues esos animales rascan las orillas del cuerpo de agua para conservar la humedad.
El funcionario estatal informó que la inspección se ordenó originalmente para complementar un estudio que realiza la Procuraduría de Protección Ecológica de Guerrero (Propeg) en torno al problema que se vive en ese cuerpo de agua.
Detalló que se ha detectado que una plaga que afecta a los manglares ubicados en la laguna, junto con la devastación producida por el ser humano, la han puesto al borde del desequilibrio ecológico.
Estrada Apátiga expresó que con la evidencia obtenida en la inspección, la Propeg dio parte a otras dependencias relacionadas con la ecología como las secretarías del Medio Ambiente estatal y federal, así como a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Comentó que con personal de esas dependencias se han hecho nuevas visitas a la laguna para iniciar la investigación correspondiente, y así intentar dar con el o los responsables del ecocidio.
LEY PROTEGE A ECOCIDAS
Sin embargo, el procurador ambiental indicó que aún cuando se lograra dar con los responsables de la masacre de los cocodrilos, estos no serían sujetos de una fuerte sanción.
Desafortunadamente, comentó, la legislación vigente en la materia únicamente permitiría condenar a los responsables por el tráfico de especies y subproductos silvestres.
Declaró que en el caso de que se encontrara a los presuntos responsables en flagrancia comercializando las pieles, podrían obtener una pena corporal de hasta siete años de prisión.
Esa sentencia, consideró, es muy poco por haber cometido al menos 17 asesinatos de cocodrilos aunque se presume que son muchos más.
Tulio Estrada dijo que a raíz de que se documentó el problema se inició la elaboración de un proyecto ecoturístico para que los pobladores del lugar primero saneen, cuiden y promuevan la laguna.
Esto para preservar su belleza singular, aún cuando el cuerpo lagunar ya tiene algo de contaminación, además de que son evidentes las huellas de la devastación que le ha producido la mano del hombre.
Empero, el proyecto apenas contemplaría con un financiamiento inicial aproximado de un millón de pesos el saneamiento de 30 de las tres mil 455 hectáreas sobre las que se asienta la laguna y que corresponden a tres municipios de la Costa Chica: Cuautepec, Copala y Florencia Villareal.
El procurador ambiental planteó la posibilidad de que la piel del cocodrilo pueda seguir aprovechándose por los lugareños, siempre y cuando se instalaran granjas para crianza y los animales de los que se obtenga la piel sean los que ahí se críen, destinando una parte al mantenimiento del equilibrio ecológico.
SE AGRAVA PROBLEMA ECOLOGICO
Aunado a la mortandad de cocodrilos en esa laguna, informó el funcionario estatal que también se detectó una plaga no definida hasta el momento que está secando los manglares que rodean el cuerpo lagunar.
A partir de esa anomalía, para las autoridades ecológicas estatales la urgencia más importante es iniciar un proceso de rescate ecológico en el que participen instancias de los tres niveles de gobierno.
Cuestionado sobre el papel que están jugando las demás actores de las dependencias relacionadas con el medio ambiente dijo, “se necesita no se improvise más políticos, se necesita especialistas que tengan convicción y dedicación para atender los problemas”.
Finalmente, aseguró que la laguna se encuentra en un momento que aún puede ser saneada y restaurada ecológicamente y con la posibilidad de ser aprovechada para ecoturismo, siempre y cuando se haga con un manejo adecuado.
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